El cuerpo sabe. El cuerpo recuerda.
A 2 meses del fallecimiento de mi maestro Yoshito Ono, con acento japonés sobre la O, sólo que mi notebook es muy vieja y no tiene ese acento. A 2 meses de su fallecimiento y hoy en el día internacional de la mujer, recuerdo su bella persona.
El respeto por todos sus alumnos, su sabiduría, su humildad.
No se es maestro por el conocimiento solamente, se es maestro cuando se puede reconocer las propias falencias. Cuando se deja el ego de lado. Cuando entendemos que la vida también es un aprendizaje. Cuando aprendemos a dar sin esperar recibir nada a cambio.
FUE, ES y SERA siempre mi maestro. Su energía me acompañará más allá del tiempo y del espacio.
En mi memoria sus clases, sus consignas, sus palabras: "EL MUNDO NECESITA DEL ARTE, NO DE LOS ARTISTAS"
Lamentablemente vivimos en un mundo plagado de ego, de violencia, de falta de respeto, de competencia. Creemos que hay que llegar primero y nos olvidamos de mirar el camino por mirar sólo la meta. Y cuando la alcanzamos qué sucede? Nos sentimos vacíos, porque olvidamos que la vida no es una meta. La vida es algo hermoso y demasiado precioso, sólo cuando la perdemos nos damos cuenta de ello.
Descansa en paz querido maestro, nos reencontraremos en la próxima vida.
A 2 meses del fallecimiento de mi maestro Yoshito Ono, con acento japonés sobre la O, sólo que mi notebook es muy vieja y no tiene ese acento. A 2 meses de su fallecimiento y hoy en el día internacional de la mujer, recuerdo su bella persona.
El respeto por todos sus alumnos, su sabiduría, su humildad.
No se es maestro por el conocimiento solamente, se es maestro cuando se puede reconocer las propias falencias. Cuando se deja el ego de lado. Cuando entendemos que la vida también es un aprendizaje. Cuando aprendemos a dar sin esperar recibir nada a cambio.
FUE, ES y SERA siempre mi maestro. Su energía me acompañará más allá del tiempo y del espacio.
En mi memoria sus clases, sus consignas, sus palabras: "EL MUNDO NECESITA DEL ARTE, NO DE LOS ARTISTAS"
Lamentablemente vivimos en un mundo plagado de ego, de violencia, de falta de respeto, de competencia. Creemos que hay que llegar primero y nos olvidamos de mirar el camino por mirar sólo la meta. Y cuando la alcanzamos qué sucede? Nos sentimos vacíos, porque olvidamos que la vida no es una meta. La vida es algo hermoso y demasiado precioso, sólo cuando la perdemos nos damos cuenta de ello.
Descansa en paz querido maestro, nos reencontraremos en la próxima vida.
Comentarios
Publicar un comentario