MI EXPERIENCIA EN EL MONTE FUJI

Ese año, después de las clases con los maestros de Butoh, me había propuesto subir al Mte. Fuji, algo que estaba pendiente desde que viajé a Japón por primera vez allá por el año 93. Mi rostro lo dice todo, estaba muy feliz a pesar del frío. Había salido de Yamanashi con 30°C. Tardé siete horas en subir y llegar a la última estación donde pernocté con unas amigas. Jamás había dormido a 3500 metros de altura, por momentos falta el oxígeno y el viento sopla con muchísima fuerza. A las 4am nos despertaron para continuar la subida hasta el summit y ver allí el amanecer. El frío, el cansancio, la oscuridad no impedía que todos siguiéramos hacia arriba en busca del placer de ver el amanecer a 3776 metros de altura. No hay palabras para describirlo, ni fotos, ni videos. Después del té caliente muchos fueron a recorrer el cráter del volcán. Personalmente me quedé reponiendo fuerzas dado que no tenía la ropa adecuada y había que emprender el regreso.

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