TATSUMI HIJIKATA Y KAZUO OHNO

La felicidad en su rostro, es que su cuerpo es sostenido y sus pies vuelan. Su vestido blanco contrasta con la vestimenta del hombre que lo sostiene.
Son dos hombres? Uno de blanco y otro de negro.
La felicidad en el rostro del hombre de blanco. Pero tiene un vestido, un vestido blanco. Su cabello oscuro se mueve al compás del movimiento del cuerpo y del vestido. Su falda parece tener vida propia. Sus pies también, apenas tocan el piso, sólo la punta del pie derecho lo hace.
Un rostro enigmático es el del hombre de negro. Con zapatos negros de bailarín de tango. Su pantalón gris, su túnica negra. Algún monje Zen? Su cabello oscuro y largo, aunque recogido.
Ambos caminan como ensayando pasos de baile.
La felicidad en su rostro, su boca abierta. Su vestido con mangas que llegan a los codos y muestran sus antebrazos con ese maquillaje típico del teatro Kabuki. Sus venas a la vista, su delgadez.
Su mano izquierda es tomada por el hombre de negro. La mirada y la sonrisa enigmática. El hombre de negro corresponde con una mano cuyo tono muscular es alto, sus dedos están contraídos. Sin embargo su mano izquierda se apoya suavemente sobre el torso del hombre de blanco y lo sostiene, como quien sostiene un ave, con delicadeza para que no se quiebre.
El hombre de negro aunque avanza diría que está fijo al piso, su cuerpo muestra fuerza, pero al mismo tiempo soltura, enraizado como un árbol cuyas raíces penetran la tierra.
Qué contraste, en ese vestido blanco esa mano con túnica negra hasta las muñecas. Yin y Yang.
Qué contraste ese cuerpo con vestido blanco delante del hombre de negro.
El hombre de blanco. El hombre de negro.

La Argentina Sho

           

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